El arquitecto Raymond Moriyama, cofundador de Moriyama Teshima Architects y diseñador de algunos de los edificios más influyentes de Canadá, falleció a los 93 años. Reconocido por diseñar importantes edificios en todo el mundo, incluyendo el Museo de Guerra de Canadá, el Centro de Ciencias de Ontario y la Embajada de Canadá en Tokio, Moriyama se enfocó en crear edificios humanos que reflejaran los ideales de democracia, igualdad e inclusión. Falleció el 1 de septiembre de 2023, según un comunicado de su firma, Moriyama & Teshima Architects.
Nacido en Vancouver, Columbia Británica, en 1929, Moriyama obtuvo una Licenciatura en Arquitectura de la Universidad de Toronto en 1954 y una Maestría en Arquitectura de planificación cívica y urbana de la Escuela de Arquitectura de la Universidad McGill en 1957. Su primer gran proyecto como arquitecto independiente fue el Centro de Ciencias de Ontario, que se terminó en 1964. Seis años después, se unió a Ted Teshima, con quien formó la oficina Moriyama Teshima Architects. Algunos de sus proyectos más destacados incluyen la Biblioteca de Referencia Metropolitana de Toronto, el Museo Bata Shoe en Toronto y el Museo Nacional de Arabia Saudita en Riad.
Cuando se habla sobre cómo se interesó por primera vez en la arquitectura, Moriyama describe que, cuando era niño en el campo de internamiento de Slocan durante la Segunda Guerra Mundial, comenzó a construir una casa en el árbol para escapar del trato severo del gobierno canadiense, que clasificaba a los japoneses étnicos como ‘enemigos extranjeros,’ según lo describe el Directorio de Artistas Japoneses Canadienses. La experiencia de esta primera construcción luego influyó en algunas de sus obras principales, como la Embajada de Canadá en Tokio y el Museo de Guerra de Canadá. A lo largo de su carrera, buscó encontrar el aspecto humano de la arquitectura.
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Jean-Louis Cohen, arquitecto y curador, fallece a los 74 añosDesesperado, decidí bañarme en el río Slocan al otro lado de una pequeña montaña lejos del campo. El agua era glacial, pero era mejor que lágrimas calientes. Para ver quién podría venir, construí una plataforma de observación. Pronto, me encontré queriendo construir mi primer proyecto arquitectónico, una casa en el árbol, sin ser descubierto por la RCMP. Usé solo un hacha como martillo, una sierra vieja prestada, seis clavos, algunas uñas, una cuerda y principalmente ramas y restos del aserradero. Fue duro trabajar construyéndolo solo, y fue una lección en la economía de materiales y medios. Esa casa en el árbol, cuando se terminó, era hermosa. Era mi universidad, mi lugar de consuelo, un lugar para pensar y aprender. – Raymond Moriyama
A lo largo de su carrera, Moriyama recibió varios premios en reconocimiento a su uso de materiales, paisaje y diseño urbano. En 1997, recibió la Medalla de Oro del RAIC, el máximo honor de la arquitectura canadiense, y en 2010, el Premio Sakura por su impacto y dedicación en la promoción de la cultura japonesa en todo el mundo. En 2012, creó el Premio Internacional Moriyama RAIC, un legado con el Instituto Real de Arquitectura de Canadá. El primer ganador del premio fue Li Xiaodong por sus diseños transformadores, ‘emblemáticos de los valores humanos de respeto e inclusión.”
La arquitectura debe ser humana y su intención debe ser la búsqueda de ideales verdaderos, de verdadera democracia, de igualdad y de inclusión de todas las personas. - Raymond Moriyama
En 2003, Moriyama se retiró de su cargo, seguido por Teshina en 2006, pasando a ser socios eméritos y consultores en su firma. Desde entonces, la oficina continuó completando proyectos a gran escala que abarcan una variedad de programas y funciones. Estos incluyen el Centro de Recursos y Bienvenida para Estudiantes de Humber College, que actúa como un lugar de encuentro central para estudiantes y residentes de Toronto, el Centro de Innovación UTM en Mississauga, Canadá, y el Campus Hazel McCallion del Sheridan College, diseñado en colaboración con Montgomery Sisam Architects.
Al comienzo del año, ArchDaily se propuso homenajear a los maestros de la arquitectura que hemos perdido recientemente, recordando el legado de arquitectos como Richard Rogers, ganador del Pritzker Prize y pionero de la Alta Tecnología; el icono del Postmodernismo Ricardo Bofill, el reflexivo Gyo Obata, la defensora e innovadora Doreen Adengo, y la pionera en viviendas sociales Renée Gailhoustet.
